Jerónimo Bosch
(Bolduque, h. 1450 - 1516) pintor neerlandés.
Protagonista de sus
cuadros es la humanidad que incurre en el pecado y es condenada al infierno; la
única vía que parece sugerir el artista para redimirse se encuentra en las
tablas con vidas de santos, cuyas vidas dedicadas a la meditación deben ser
modelo de imitación, aunque estén rodeados por el Mal.
En la tabla izquierda El Bosco muestra el paraíso terrenal en que aparecen Dios, Adán desnudo sentado y Eva arrodillada.
En la tabla derecha aparece el Infierno, representado mediante tonos oscuros, sobre todo en la parte superior. En la inferior, los pecadores son sometidos por distintos diablillos.
En la tabla central se representan escenas deliberadamente sexuales. El erotismo aparece bastante explícito mediante la presencia de muchos personajes desnudos enmarañados en distintas actitudes.
Tradicionalmente se ha interpretado este cuadro como un alegato moralizador contra el pecado de la lujuria. Para Fraenger, sin embargo, el Bosco pintaría este cuadro para la secta de Adamitas o Hermandad del Espíritu Libre (a la que pertenecería), que permitía la promiscuidad sexual para recuperar la inocencia de Adán.
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