Giuseppe Tartini fue
uno de los violinistas italianos más importantes durante la época Barroca. Su
técnica era única durante el siglo XVIII. Escribió alrededor de 400 obras, su
melodía mas destacada el “Trino del Diablo” fue concebida durante un
sueño que el mismo relata así:
Una noche, en 1713, soñé que había hecho un pacto con el Diablo y estaba a mis órdenes. Todo me salía maravillosamente bien; todos mis deseos eran anticipados y satisfechos con creces por mi nuevo sirviente. Ocurrió que, en un momento dado, le di mi violín y lo desafié a que tocara para mí alguna pieza romántica. Mi asombro fue enorme cuando lo escuché tocar, con gran bravura e inteligencia, una sonata tan singular y romántica como nunca antes había oído. Tal fue mi maravilla, éxtasis y deleite que quedé pasmado y una violenta emoción me despertó. Inmediatamente tomé mi violín deseando recordar al menos una parte de lo que recién había escuchado, pero fue en vano. La sonata que compuse entonces es, por lejos, la mejor que jamás he escrito y aún la llamo "La sonata del Diablo", pero resultó tan inferior a lo que había oído en el sueño que me hubiera gustado romper mi violín en pedazos y abandonar la música para siempre…
¿Por qué Tartini nunca consiguió interpretar la melodía tal como la había escuchado? Sólo el diablo tiene la respuesta: no intentes imitar a la perfección en estado puro, puesto que un ser imperfecto como el ser humano nunca logrará igualar una melodía que contiene la esencia misma de la maldad y la perfección del diablo.
"En el siglo XXI, la física de vanguardia postula que existen dimensiones de la realidad que escapan a nuestra percepción y que, teóricamente, sería posible pasar de unas a otras. Los fenómenos paranormales podrían explicarse mediante estos saltos entre dimensiones".