miércoles, 31 de octubre de 2012

No culpes a nadie

                         

Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tú has hecho lo que querías en tu vida. Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote. El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error.
Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y acéptala. De una manera u otra es el resultado de tus actos y prueba que tú siempre has de ganar.
No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño. Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado así como la causa de tu futuro será tu presente.
Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones, de quien vivirá a pesar de todo, piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus problemas sin eliminarlos morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de las circunstancias porque tu mismo eres tu destino.
Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer. Tú eres parte de la fuerza de tu vida, ahora despiértate, lucha, camina, decídete y triunfarás en la vida; nunca pienses en la suerte, porque la suerte es: el pretexto de los fracasados.

Pablo Neruda


domingo, 28 de octubre de 2012

Balada de la nota borrosa


                                                                                                                               photographer: AC

Si por causalidad
encuentras
esta nota borrosa,
que alguien
te lea lo que dice.
Hoy
sólo soy un hombre
vencido por la noche,
hoy
sólo soy un hombre
o algo así,
caminando borracho por la carretera.
Soy un extraño para cualquier extraño y eso es todo,
pero, si por casualidad encuentras
esta nota,
quiero que sepas
lo que dice:
no he sabido
olvidarte.

Manu Cáncer

domingo, 21 de octubre de 2012

Ya no aguanto a nadie

                   


No sólo a los de mediana edad que ya de por si son insufribles sino que ahora también… El que destila un odio visceral y se regodea con la humillación del otro, el que avasalla al semejante, el que busca manipular con mentiras, el que agrede innecesariamente y desvaloriza al otro para sentirse bien él, el que daña con intención sin jamás proponer una reparación, el que incomoda con sus imposturas, el envidioso de todo lo ajeno...

sábado, 20 de octubre de 2012

Días tristes

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                                                                                                                                                                                     Jenn Violetta

Un estado de abandono de pesimismo en que  hay días sumamente tristes. No se  porque pasa, pero un buen día te levantas y nada es como que el dia anterior.   
   


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                                                                                                                                                                                   Pamela Wilson

En paz

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

Amado Nervo

domingo, 14 de octubre de 2012

Murakami -frases-



 “Cuando uno está rodeado de tinieblas, la única alternativa es permanecer inmóvil hasta que sus ojos se acostumbren a la oscuridad”.

"¿Por qué me gustan las medusas? No lo sé. Las encuentro bonitas. Antes, mientras las miraba, he pensado una cosa. Escucha, lo que nosotros vemos es sólo una pequeña parte del mundo. Damos por hecho que esto es el mundo, pero no es del todo cierto. El verdadero mundo está en un lugar más oscuro, más profundo, y en su mayor parte lo ocupan criaturas como las medusas. Eso nosotros lo olvidamos. ¿No te parece? Dos terceras partes del planeta son océanos y lo que nosotros podemos ver con nuestros ojos no pasa de ser la superficie del mar, la piel. De lo que verdaderamente hay debajo no sabemos nada".

“En este mundo, nada hay tan cruel como la desolación de no desear nada”.
                                  

"Lo que yo deseo, la fuerza que yo busco, no es aquella que te lleva a perder o a ganar. Tampoco quiero una muralla para repeler las fuerzas que lleguen del exterior. Lo que yo deseo es una fuerza que me permita ser capaz de recibir todo cuanto proceda del exterior y resistirlo. Fortaleza para resistir en silencio cosas como la injusticia, el infortunio, la tristeza, los equívocos, las incomprensiones".

“Lo que nos hace personas normales es saber que no somos normales”.

Haruki Murakami                             

jueves, 11 de octubre de 2012

Dominar la cólera



El hombre colérico es un esclavo por doble partida. Lo es de sí mismo, porque una parte de su alma, la más burda y basta, puede más que su alma sutil y pensante. Lo es también de los demás… La pérdida del propio control lo deja bajo el control de quienes saben aprovechar esta circunstancia en su beneficio.
El alma del colérico está en manos de los demás… ¡Qué fácil es enfadar al colérico con los argumentos que le hacen estallar¡ ¡Qué fácil es entonces lograr que tome las determinaciones que su “amo” circunstancial le inspira! El dueño de la situación le hará creer que es él quien dirige sus actos y sus palabras, pero todo está previamente decidido…
Es bueno dominar la cólera y mucho mejor todavía cambiarla por el coraje. Ese coraje que pone sus energías junto a la razón, el coraje que "piensa" antes de actuar, que trabaja con el corazón, tal cual su origen latín lo revela: "cor, cordis" -corazón- y "agere", infinitivo de "ago, agis" -obrar-. En síntesis: "coragere" Obrar con el Corazón.
El coraje pone en juego la verdadera alma humana. Es el valor de ver las cosas tal cual son, de moderar las emociones, de escuchar, interpretar ideas, escoger lo válido, desechar lo inservible, actuar con justicia.
Una justicia que no se limita a las acciones externas del hombre sino que se aplica también a la acción interior del hombre sobre sí mismo y los principios que hay en él, estableciendo un orden verdadero en su interior, induciéndolo a gobernarse, a disciplinarse y a ser amigo de sí mismo.

Delia Steinberg 

martes, 9 de octubre de 2012

Codicia by Jorge Bucay


Cavando para montar un cerco que separara mi terreno del de mi vecino, me encontré enterrado en mi jardín, un cofre lleno de monedas de oro.
A mí no me interesó por la riqueza sino por lo extraño del hallazgo, nunca he sido ambicioso y no me importan demasiado los bienes materiales, pero igual, desenterré el cofre. Saqué las monedas y las lustré. Estaban sucias las pobres...
Mientras las apilaba sobre mi mesa prolijamente, las fui contando...
Constituían en sí mismas una verdadera fortuna. Solo por pasar el tiempo, empecé a imaginarme todas las cosas que se podrían comprar con ellas.
Pensaba en lo loco que se pondría un codicioso que se topara con semejante tesoro. Por suerte, por suerte, no era mi caso.
Hoy vino un señor a reclamar las monedas, era mi vecino. Pretendía sostener el muy miserable que las monedas las había enterrado su abuelo y que por lo tanto le pertenecían a él.
Me dio tanto fastidio que lo maté.
Si no lo hubiera visto tan desesperado por tenerlas, se las hubiera dado, por que si hay algo que a mí no me importa son las cosas que se compran con dinero, eso sí, no soporto a la gente codiciosa...

 Jorge Bucay

jueves, 4 de octubre de 2012

Muere lentamente

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                                                                                                                                                                                           Mark Holthusen

Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca.
No arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente
quien hace de la televisión su gurú.

Muere lentamente
quien evita una pasión,
quien prefiere el negro sobre blanco
y los puntos sobre las “íes” a un remolino de emociones,
justamente las que rescatan el brillo de los ojos,
sonrisas de los bostezos,
corazones a los tropiezos y sentimientos.

Muere lentamente
quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo,
quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño,
quien no se permite por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente
quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en si mismo.

Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente,
quien pasa los días quejándose de su mala suerte
o de la lluvia incesante.

Muere lentamente,
quien abandona un proyecto antes de iniciarlo,
no preguntando de un asunto que desconoce
o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas,
recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor
que el simple hecho de respirar.
Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos
una espléndida felicidad.

Martha Medeiros